Chanel va a lanzar un nuevo perfume masculino para verano, Chanel Bleu. El nombre lo han cogido de otra fragancia de la casa de los años 30 y el anuncio va a cargo de Scorsese con el actor francés Gaspard Ulliel (ay! como me gusta!) como protagonista.
Parece que las primeras criticas no están siendo nada favorables. Os pongo una traducción que ha hecho Isa del blog 1000 Fragances de Octavio Coifan:

Inevitablemente producirá perfumes para el mercado masivo porque el lujo no puede existir a escala global y no puede producirse como camisetas chinas. Un día la verdad será obvia. Estaba preparado para hablar del viejo y raro Bleu de Chanel de los años 30 pero finalmente lo dejé a un lado cuando olí la nueva fragancia masculina. Es difícil decidir después de Chance Eau Tendre (el Chanel-champú) si Bleu de Chanel es más Hugo Boss o más Axe (Click, Vice, etc).
La fragancia parece desarrollada a partir de Egoiste Platinum, el fougère aromático de los 90 rico en moléculas punzantes con una faceta limpia-metálica como dihydromircenol o de la familia del linalool. Si Chanel N5 era arte en 1921, este Bleu de Chanel es puro marketing. Huele como la sección completa de los frescos/deportivos masculinos sin un sólo giro original; lo que hoy en día se llama "fragancia sport". Estoy seguro de que se venderá muy bien por el nombre y por el anuncio masivo que veremos por todas partes. Ojalá Scorsese no dirigiera el anuncio o que, por un milagro, el 75% de los puntos de venta Chanel se cayeran durante la noche. El precio a pagar a nivel creativo es demasiado alto y os daréis cuenta cuando probéis Bleu de Chanel. Por favor, no hagáis especulaciones sobre el color Bleu y la moda histórica Chanel. Es un puro sinsentido y oler el perfume revelará la triste verdad. Todos los perfumes modernos masculinos están dentro de éste: Dior Homme Sport (con su frescura de jengibre, pero el Chanel no tiene las notas cálidas), YSL L'Homme (con su aromático metálico fougère), Allure Homme Édition Blanche e incluso el suave terciopelo del último Burberry o una pizca del acorde de dulce labdano del gran éxito: Paco Rabanne.
Este perfume es en realidad un collage de los best-sellers del mercado masculino representados con precisión en una escala temporal y en un tono de madera muy fresca. ¡Pero nada más! Huele tan "prefabricado según la fórmula" como si Jacques Polge (perfumista) destilara todos los perfumes deportivos extrayendo su esencia y eliminando cualquier nota adicional o contraste atrevido.
Bleu de Chanel comienza con una gran nota cítrica (limón, pomelo) y una fuerte lavanda sintética. Es frío, "alimonado" y aromático con acentos especiados de pimienta rosa y en este nivel huele bastante a la aburrida nota de cabeza del último Calvin Klein. Muy pronto, entra Dior Homme Sport en escena con su nota fresca de jengibre contrastada con algunas maderas cálidas (cedro, vetiver... una muy conocida mezcla de moléculas que encontramos en el 90% de los perfumes masculinos diluída en Hedione). La frescura de un jazmín sintético ligero emparejado con un par de moléculas de lirio del valle (Lyral) y un acento ozónico sugiere la brisa de Allure Homme Sport pero de forma menos original. La base es amaderada casi seca con algunas notas de ámbar (karanal/timberol y cedramber contrastando con rosa), maderas secas con una faceta musgosa emparejada con coumarina (suave heno) y un toque de incienso que acentúa las maderas (cedro).
En la piel el perfume no es muy tenaz, dejando un rastro suave almizclado y casi un efecto chipre. Un toque de dulce ámbar afrutado (!) también caracteriza la base como si un 1% de 1 Million de Paco Rabanne lo hubieran diluído ahí a propósito. Quizás la faceta más interesante del perfume es la muy ligera nota de terciopelo que aparece tras la fuerte y punzante frescura del principio.

Estoy 100% decepcionado con este perfume pero creo que muchos clientes jóvenes, acostumbrados a desodorantes Axe, se verán seducidos por esta creación. Lo único bueno de esta fragancia está en su construcción y en su elegante atractivo tras la salida metálica (como Platinum). Jacques Polge ha dominado todas las ideas en un remix. No dice nada nuevo, no tiene nada que inspire. Pero es una buena base para usarlo si eres perfumista porque permite poner muchos acentos y exagerar las cosas.
El tono azul, entre marino y negro, está presente en el frasco cuadrado que parece el Narciso Rodriguez masculino. Hay cientos de perfumes como éste en el mercado pero sólo uno se llama Chanel y tiene el logo de la doble C.
Con la recesión, los grupos de lujo convierten su división de perfumes en "mercado masivo". Parece que es la única alternativa. No esperéis calidad donde la purpurina brille demasiado. Desgraciadamente el snobismo se vende muy bien en muchos países.
Me apena especialmente que grandes casas como Chanel se sumen al carro de vender por vender, sin mimar nada el producto, mas allá de la apariencia claro está. Tal y como me comentó Isa, la crítica es un fiel reflejo de cómo está el mercado actual. Lo único que consiguen es darme la razón con mi idea elitista de que el mercado nicho no tiene ni comparación con el comercial.
Besos y a oler bien!
MAIA